La cirugía reconstructiva facial comprende múltiples técnicas complejas y destrezas sofisticadas con el objetivo de mejorar diversas patologías, entre las que destacan las enfermedades congénitas, tumores, defectos funcionales, secuelas derivadas de tratamientos médicos previos y aquellas lesiones que son resultado de trágicos accidentes.
Con este tipo de cirugía se consigue recuperar la forma, función y apariencia estética.